El punch needle nace en el siglo XIX en Gran Bretaña durante la Revolución Industrial. Surgió en una fábrica de alfombrillas en Yorkshire, donde los operarios recogían restos de lana para hacer sus propias alfombras.
Con un simple gancho, pasaban los restos a través de una tela enrejillada. Posteriormente, la técnica se desarrolló en Estados Unidos y Canadá, convirtiéndose en una forma popular de hacer alfombras para los hogares más pobres.
A partir de 1830, se fabricaban de forma industrial y en 1870 la industria producía en grandes volúmenes para la clase baja.
Esta práctica, nacida de la necesidad, se convirtió en un hobby y perdura hasta hoy.
También me gustaría hacer una pequeña aclaración: la aguja mágica o aguja de punch needle tiene miles de nombres, tantos como regiones del planeta que han usado esta herramienta que, por arte de magia (de ahí el nombre), crea bucles y permite elaborar bordados sencillos sin ninguna complicación técnica.
Por lo tanto, cuando me refiero aquí a la historia y origen del punch needle, me estoy refiriendo a uno muy concreto que, seguramente, es el que has visto en las redes sociales y te ha enamorado...